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Nueva normativa de la Acrópolis para frenar el exceso turístico

Gracias a un nuevo sistema de entrada creado para limitar el número de visitantes diarios, la típica estampa de turistas haciendo largas colas bajo el sol en espera de admirar la Acrópolis pronto será cosa del pasado. La nueva medida se ha establecido por los problemas de masificación turística y los posibles daños que pueda ocasionar a este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el verano de 2023 la Acrópolis recibía diariamente hasta 23 000 personas, lo que a menudo provocaba retrasos y aglomeraciones, sobre todo con el gran número de gente que acudía antes del mediodía.

Por lo tanto, el número máximo de visitantes se ha fijado en 20 000 al día, y para gestionar mejor la afluencia turística se han establecido franjas horarias escalonadas. Así, se permitirá la entrada de visitas a diferentes horas a lo largo del día, donde el máximo establecido entre las 8 y las 9 de la mañana será de 3000 personas, 2000 durante la hora siguiente y el número será variable durante el resto del día. El objetivo es conseguir que la afluencia sea más uniforme, ya que la mitad de los turistas optan por hacer la visita entre las 8 de la mañana y las 12 del medio día.

¿Cuándo entra en vigor el nuevo horario de visitas a la Acrópolis?

El nuevo sistema con límites de entrada, que entró en vigor el pasado 4 de septiembre como periodo de prueba, podría hacerse permanente a partir de abril de 2024. Todo visitante deberá reservar hora con antelación a través del sitio web oficial de la Acrópolis. Aunque no habrá límite de tiempo para explorar el lugar, quienes acuden con visitas guiadas o turistas de cruceros, que representan sobre el 50% de visitantes, suelen pasar una media de 45 minutos en el yacimiento arqueológico.

¿Por qué surge ahora el cambio en la política de visitas?

La ministra de cultura de Grecia, Lina Mendoni, enfatizó la importancia de estas medidas tanto para proteger la Acrópolis como para mejorar la experiencia de los visitantes. En una entrevista de radio Mendoni afirmó que aunque el turismo es bueno para el país, hay que encontrar un equilibrio para que el exceso turístico no perjudique al monumento.

Esta iniciativa refleja una tendencia extendida en Europa y otras partes del mundo, donde se están implementando políticas similares tanto en sitios culturales como en museos para frenar el turismo masivo. Las medidas tienen como objetivo preservar el carácter sagrado de estos sitios y protegerlos de daños irreparables, un problema que ha generado preocupación con el aumento de los viajes tras la pandemia.